miércoles, 25 de febrero de 2015

Honey eyes.

Después de tanta tormenta, tantas lágrimas, tantos pedazos rotos de mi corazón, tantos malos momentos, tanto daño....encontré unos rayos de esperanza en unos ojos humildes color miel, quizás los más bonitos que haya visto en mi vida, unos ojos que han hecho que no me fije en otros. Es bonito, cuando estas pasando por el peor momento de tu vida y que alguien aparezca para hacerte sonreír sin saberlo, alguien que sin darte cuenta siempre la has tenido ahí a tu lado y nunca habías sabido verla hasta hace unos meses. Ese alguien que hace que crea que pueda volver a sentir lo que sentí una vez e incluso más. Quizás sea la persona más imperfecta del mundo, es cabezota, se cabrea por todo, no confía mucho, es demasiado exigente y demás, pero siempre le digo que todos sus defectos son los que le hacen especial. Y es que me mira con esos ojos y esa sonrisa y me quedo embobada, me pierdo, me pierde. Me saca de quicio, quizás demasiado, a veces, me pica, me jode, pero eso me da igual porque es una persona increíble y queda muy poca gente así en el mundo, gente con ganas de morder la vida. Y es que quiero que muerda la vida a mi lado, que me muerda a mi cada día, cada noche. Quiero ayudarle a confiar en todo, a confiar en mi, recordarle todos los días lo especial que es y que todos sus sueños pueden hacerse realidad, solo si quiere y que deje su puta cobardía, su puto miedo a la vida, que por ese miedo no sabe todas las cosas que se puede perder.

No hay comentarios:

Publicar un comentario